El Chrysler Grand Voyager se ha ganado su lugar como un referente en el segmento de los monovolúmenes, ofreciendo un amplio espacio interior, comodidad y versatilidad para familias y viajes largos. Entre sus diversas opciones de motorización, el motor VM64C 2.8L diésel ha sido un componente clave, especialmente en mercados donde la eficiencia y el torque diésel son altamente valorados. Este propulsor ha impulsado a la Grand Voyager 2.8 CRD, brindando una experiencia de conducción robusta y confiable.
En este artículo, desglosaremos a fondo las características técnicas del motor VM64C 2.8L que impulsa a la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD. Exploraremos en detalle su ficha técnica, discutiremos los problemas comunes que los propietarios de una Grand Voyager 2.8 CRD podrían enfrentar, ofreceremos un programa de mantenimiento preventivo esencial para asegurar la longevidad del motor.

Ficha Técnica Detallada del Motor VM64C 2.8L para la Chrysler Grand Voyager
| Código del motor | VM64C |
| Cilindrada | 2777 cc |
| Número de cilindros | 4 en línea |
| Tipo de distribución | Banda de distribución |
| Válvulas por cilindro | 4 |
| Velocidad a máxima potencia | 5500 rpm |
| Orden de encendido | 1-3-4-2 |
| Número de bujías | Bujías de precalentamiento (glow plugs) |
| Presión de aceite | > 0.7 bar a 760 rpm |
| Sistema de combustible | Common rail |
| Combustible | Diésel |
| Aplicaciones | Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD y otras variantes internacionales de la Voyager/Town & Country Y Jeep Liberty |
Torque de Cabeza del Motor VM64C 2.8L: Función y Procedimiento
El correcto procedimiento de torque de la cabeza de cilindros en el motor VM64C 2.8L de tu Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD es de suma importancia. Un apriete adecuado asegura un sellado hermético entre la culata y el bloque del motor, previniendo fugas de compresión, aceite o refrigerante, lo que podría llevar a daños graves al motor. Es un proceso delicado que requiere precisión y el seguimiento estricto de la secuencia y los valores de apriete.
Dodge/Chrysler recomienda el reemplazo de los tornillos sujetadores de culata en la Grand Voyager 2.8 CRD. Sin embargo, se menciona que los tornillos viejos pueden reutilizarse si se encuentran en buen estado, siempre y cuando pasen una inspección rigurosa.
Procedimiento de Torque para el Motor VM64C 2.8L:

- Paso 1: Apriete todos los tornillos de cabeza en la secuencia especificada (generalmente desde el centro hacia afuera en espiral) a 30 Nm.
- Paso 2: Realice un apriete angular de 85° en todos los tornillos de cabeza, siguiendo la misma secuencia.
- Paso 3: Realice un segundo apriete angular de 85° en todos los tornillos de cabeza, manteniendo la secuencia.
- Paso 4: Realice un tercer apriete angular de 85° en todos los tornillos de cabeza, manteniendo la secuencia.
Compruebe que los tornillos no estén estirados colocándolos a lo largo de una regla (A). Deseche los pernos si todas las roscas no hacen contacto con la regla. Sea cuidadoso, de lo contrario el perno puede romperse causando gastos elevados de reparación o destruyendo por completo la culata del motor.

Es fundamental utilizar un torquímetro de calidad y seguir al pie de la letra estas instrucciones para evitar deformaciones en la culata o fugas de compresión en tu Grand Voyager 2.8 CRD.
Diagnóstico de Fallas Comunes del Motor VM64C 2.8L de la Grand Voyager 2.8 CRD
A pesar de su reputación de durabilidad, el motor VM64C 2.8L de la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD no está exento de problemas comunes que los propietarios deben conocer. La detección temprana puede evitar reparaciones costosas. Aquí te mostramos algunas de las fallas más reportadas:

- Problemas con la banda de distribución: Dado que este motor utiliza una banda de distribución, su fallo puede ser catastrófico. Los síntomas incluyen ruidos inusuales del motor, dificultades para arrancar o incluso la detención completa del motor si la banda se rompe. El mantenimiento preventivo es clave.
- Fallas en el sistema Common Rail: Los inyectores, la bomba de alta presión o el riel común pueden presentar problemas, manifestándose en fallos de encendido, humo excesivo, pérdida de potencia o un consumo de combustible elevado en tu Grand Voyager 2.8 CRD. La calidad del diésel es fundamental.
- Fugas de aceite o refrigerante: Las juntas y sellos pueden deteriorarse con el tiempo, llevando a fugas visibles. Es crucial revisar periódicamente los niveles de fluidos de tu Grand Voyager 2.8 CRD y buscar manchas bajo el vehículo.
- Problemas con el turbocompresor: Si tu Grand Voyager 2.8 CRD experimenta una pérdida significativa de potencia, silbidos agudos al acelerar o humo azul por el escape, podría ser una señal de un turbocompresor defectuoso.
- Fallas en los calentadores (bujías de precalentamiento): En climas fríos, si la Grand Voyager 2.8 CRD tiene dificultades para arrancar o el motor funciona de manera irregular al inicio, los calentadores podrían ser la causa.
- Problemas con la válvula EGR o el DPF (Filtro de Partículas Diésel): Estos componentes del sistema de emisiones pueden obstruirse, afectando el rendimiento del motor y causando que se encienda la luz de «check engine» en tu Grand Voyager 2.8 CRD.
Mantenimiento Preventivo Recomendado para tu Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD
Un programa de mantenimiento riguroso es vital para prolongar la vida útil y asegurar el rendimiento óptimo del motor VM64C 2.8L de tu Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD. Ignorar el mantenimiento puede llevar a reparaciones costosas y a una reducción significativa de la fiabilidad.

- Cambio de aceite y filtro de aceite: Realiza el cambio de aceite con la frecuencia recomendada por el fabricante, utilizando un aceite diésel de la viscosidad y especificación correctas para tu Grand Voyager 2.8 CRD. Un aceite limpio es esencial para la lubricación y el enfriamiento de los componentes internos.
- Reemplazo de la banda de distribución: Este es uno de los elementos de mantenimiento más críticos. La banda de distribución debe reemplazarse estrictamente según el intervalo de kilometraje o tiempo especificado por Chrysler para la Grand Voyager 2.8 CRD (generalmente entre 100,000 y 160,000 km, pero verifica tu manual). Ignorar esto puede resultar en daños graves al motor.
- Reemplazo del filtro de combustible: Dado que es un motor diésel Common Rail, la calidad y limpieza del combustible son vitales. Reemplaza el filtro de combustible de tu Grand Voyager 2.8 CRD según lo recomendado para proteger los inyectores y la bomba de alta presión.
- Revisión y reemplazo de filtros de aire: Un filtro de aire limpio garantiza una entrada de aire óptima para la combustión, lo que es crucial para la eficiencia y potencia del motor VM64C 2.8L.
- Inspección del sistema de enfriamiento: Verifica regularmente el nivel y la condición del anticongelante. Un sistema de enfriamiento eficiente es crucial para prevenir el sobrecalentamiento, especialmente en motores diésel que operan a altas temperaturas.
- Revisión de calentadores (bujías de precalentamiento): Aunque no se reemplazan con la misma frecuencia que las bujías de gasolina, su inspección y reemplazo cuando sea necesario aseguran arranques fiables en frío para tu Grand Voyager 2.8 CRD.
- Inspección del turbocompresor: Verifica si hay holguras o fugas en el turbocompresor y sus conductos durante el mantenimiento regular de tu Grand Voyager 2.8 CRD.
Rendimiento y Experiencia en Carretera con la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD
La Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD con su motor diésel VM64C ofrece una experiencia de conducción caracterizada por su buen torque a bajas revoluciones, lo que facilita la carga y el remolque, y proporciona una aceleración adecuada para un vehículo de su tamaño. El motor 2.8L diésel es conocido por su eficiencia en el consumo de combustible en viajes largos por carretera, superando en este aspecto a las versiones de gasolina más grandes.
El confort de marcha es una prioridad en la Grand Voyager 2.8 CRD, con una suspensión diseñada para absorber las irregularidades del camino, lo que la convierte en una excelente opción para viajes familiares. Si bien no es un vehículo deportivo, su potencia y torque son suficientes para la mayoría de las situaciones de conducción, y la economía de combustible diésel es una ventaja considerable para los conductores que realizan muchos kilómetros.
Comparación con Otras Versiones de la Grand Voyager
La Chrysler Grand Voyager ha estado disponible con varias opciones de motorización a lo largo de los años, incluyendo motores de gasolina como el V6 de 3.3L, 3.8L y 4.0L. Al comparar la Grand Voyager 2.8 CRD diésel con estas variantes de gasolina, surgen varias diferencias clave:
- Economía de combustible: La Grand Voyager 2.8 CRD diésel es notablemente más eficiente en el consumo de combustible, especialmente en carretera, en comparación con sus contrapartes de gasolina. Esto se traduce en menores costos operativos a largo plazo.
- Torque: El motor VM64C 2.8L diésel ofrece un torque superior a bajas revoluciones, lo que se traduce en una mejor capacidad de remolque y una sensación de potencia más inmediata al arrancar o acelerar desde velocidades bajas, un factor importante para una Grand Voyager 2.8 CRD utilizada con carga.
- Rendimiento: Mientras que los motores V6 de gasolina pueden ofrecer una mayor potencia máxima y una aceleración más rápida en ciertas condiciones, el 2.8L diésel de la Grand Voyager 2.8 CRD compensa con su entrega de torque más lineal y su eficiencia.
- Costo inicial y mantenimiento: Los vehículos diésel pueden tener un costo inicial más alto. Sin embargo, en algunas regiones, el combustible diésel puede ser más barato y el motor diésel, si se mantiene correctamente, puede tener una vida útil más larga.
La elección entre una Grand Voyager 2.8 CRD diésel y una de gasolina dependerá de las prioridades del comprador: si la eficiencia de combustible y el torque son primordiales, el 2.8L diésel es una excelente opción.
Lubricación y Presión de Aceite Ideal para la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD
La lubricación es el sistema vital que protege el motor VM64C 2.8L de tu Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD del desgaste, la fricción y el sobrecalentamiento. El uso de un aceite diésel de alta calidad y la viscosidad adecuada (según las especificaciones de Chrysler para tu Grand Voyager 2.8 CRD, generalmente un 5W-30 o 5W-40 específico para diésel con las normativas ACEA o API adecuadas) es crucial. Este tipo de aceite está formulado para manejar las exigencias de los motores diésel, incluyendo la gestión de hollín y la resistencia a la oxidación.

La presión de aceite es un indicador directo de la salud del sistema de lubricación. Para el VM64C 2.8L, una presión superior a 0.7 bar a 760 rpm es el umbral mínimo. Una presión por debajo de este valor puede indicar un nivel de aceite bajo, un filtro de aceite obstruido, una bomba de aceite defectuosa o, en el peor de los casos, un desgaste interno excesivo del motor. Es vital monitorear el indicador de presión de aceite de tu Grand Voyager 2.8 CRD y abordar cualquier anomalía de inmediato para prevenir daños graves.
Aplicaciones y Compatibilidades del Motor VM64C 2.8L
El motor VM64C 2.8L diésel ha sido un propulsor popular en vehículos del grupo Chrysler y FCA (ahora Stellantis) en mercados europeos y de exportación, particularmente en monovolúmenes y algunos SUVs. Su principal aplicación en la que nos centramos es la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD, así como sus equivalentes en otras marcas del grupo, como la Lancia Voyager en ciertos países o las versiones diésel de la Dodge Grand Caravan, y Jeep Liberty en algunos mercados fuera de Norteamérica.
Esta compatibilidad entre plataformas lo convierte en un motor relativamente común en el mercado de repuestos y servicios para modelos específicos de la Grand Voyager 2.8 CRD, lo que facilita la obtención de piezas y el conocimiento técnico para su mantenimiento y reparación.
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Conclusión Final sobre la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD
El motor VM64C 2.8L diésel de la Chrysler Grand Voyager es un componente fundamental que define la experiencia de este popular monovolumen, especialmente en los mercados donde la eficiencia del diésel y el torque son apreciados. Su robustez y capacidad para largos viajes lo convierten en una opción atractiva para familias y profesionales. Sin embargo, su fiabilidad a largo plazo depende en gran medida de un estricto programa de mantenimiento preventivo, prestando especial atención a la crucial banda de distribución y la calidad del combustible diésel.
Comprender la ficha técnica del VM64C 2.8L, los problemas comunes, los procedimientos de mantenimiento clave como el torque de cabeza (incluyendo la vital comprobación de los tornillos), y la importancia de una lubricación adecuada, es esencial para cualquier propietario de una Grand Voyager 2.8 CRD. Al invertir en el cuidado adecuado, la Chrysler Grand Voyager 2.8 CRD puede ofrecer años de servicio confiable y eficiente, confirmando su valor como un vehículo familiar de gran capacidad.